The Delhi experience

jueves, mayo 27, 2004

Varanasi

Varanasi, antes Benarés (en los últimos años hay una moda de devolver a ciertas ciudades indias sus nombres originales, que normalmente habían sido alterados por los ingleses: Bombay es ahora Mumbai, Madrás es Chennai), existe por y para el Ganges, el río sagrado. Es una de las ciudades más antiguas del mundo (según leo en la inefable Lonli Planet). Seguramente se originó a partir de una gota de sangre del dios Shiva que salpicó junto al Ganges mientras entablaba un combate de varios siglos de duración contra las Fuerzas del Mal, o algo por el estilo. Aquí las ciudades históricas no fueron fundadas por los visigodos, los celtas o los romanos (por sus equivalente orientales, vaya), sino que tienen siempre un origen épico-legendario.

Según la creencia hinduista, morir en esta ciudad equivale a la liberación del alma, que escapa así del ciclo eterno de reencarnaciones (el samsâra). Por eso hay muchos fieles que vienen a pasar aquí sus últimos días. Las ceremonias rituales en Varanasi se convierten en celebraciones donde se canta y se jalea el alma del muerto. Nada que ver con el pésame y el dolor occidental: la muerte junto al río sagrado se considera una liberación, y como tal se festeja. A los que no tienen tiempo o medios para pasar allí sus últimos días, les vale con que les incineren a las orillas del Ganges y arrojen sus cenizas al río. A algunos que no tienen dinero para pagar la cremación (la madera cuesta una pasta), se les echa incluso de cuerpo presente al río. No es difícil ver algún fiambre flotando sobre sus contaminadas aguas. Porque el Ganges será todo lo sagrado que se quiera, pero a su paso por Varanasi se transforma en auténtica cloaca, precisamente porque al ser considerado una fuente de pureza, los indios lo utilizan sin miedo a corromperlo desde desagüe de la ciudad hasta lavandería, pasando por receptáculo de cadáveres.

Al margen de esto, es una ciudad que verdaderamente impresiona. Impresionan sus construcciones con siglos de antigüedad, sus templos, palacios, escalinatas (ghats, donde los peregrinos hacen sus abluciones en el Ganges). Planea efectivamente un sentimiento místico sobre la ciudad, desgraciadamente pervertido por el negocio generado alrededor de los turistas: muchas veces da la sensación de estar en una especie de gran parque temático religioso-pintoresco, y es difícil pasear más de cinco minutos sin padecer el acoso de los vendedores locales (de postales, collares, flores, estatuillas, camisetas, mapas, pósters...), o de quien te quiere hacer un masaje, llevarte a su tienda o a escuchar un concierto de tabla y sitar. Con todo, una visita altamente recomendable.

Para quien esté interesado: fotos de Varanasi en http://photos.yahoo.com/charliter

1 Comments:

  • en 2 meses voy a la india con mi novia, somos ciclistas y nos gustaria nos dieras algunos consejos.
    mi correo es olimpicboy@gmail.com
    mi blog es www.luzyescritura.blogspot.com
    Gracias

    By Blogger Enfoques Cancún, at 18 de julio de 2007, 9:33  

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