The Delhi experience

viernes, junio 04, 2004

La caló

Hase musha caló. Pero musha, musha. ¡Mushísima caló! Mayo y julio son los meses en los que el verano indio alcanza su máximo apogeo. Por el día las temperaturas llegan a topes de entre 42 y 45 grados (según el periódico, que como es bien sabido, siempre rebaja unos cuantos grados la apreciación atmosférica del ciudadano medio). Desgraciadamente, la noche no supone mucho alivio, salvo en los contados días en los que llueve o sopla un viento relativamente refrescante, porque las mínimas nocturnas no bajan de 27 o 28 grados. Afortunadamente, además de siete ventiladores colgados en los techos, que apenas cumplen la misión de remover el ígneo ambiente, tenemos en la casa tres aparatos de aire acondicionado, uno en el salón y uno en cada uno de los dos dormitorios. A falta de televisor, el AC es el rey de la casa.

Nuestro piso es especialmente sofocante. Al ser un ático, recibe el azote solar de continuo todo el día, desde por la mañana hasta que se quita el sol. Se han registrado temperaturas de hasta 38 grados en el salón. La terraza es intransitable antes de las 8 de la tarde. Igual que la leyenda de que es posible freír unos huevos sobre el pavimento de Écija en el mes de agosto, estoy seguro de que aquí pones una sartén en el suelo y te cocinas sin ningún problema tus samosas o tus pakoras. Recuerdo el día en que cometí la imprudencia de colocar al sol un termómetro electrónico a las 4 de la tarde, sólo por satisfacer la cándida curiosidad de ver cuántos grados podía llegar a marcar. Cuando fui a recoger el termómetro, la pantalla de cristal líquido se había ennegrecido por completo. Después de un par de minutos frotando la pantalla para intentar devolver a la vida al pobre aparato, apareció el escalofriante registro: 58 grados. Luego deposité al desdichado termómetro unas horas en la nevera, como disculpa por tan cruel maltrato.

Ni siquiera la ducha supone un gran alivio, porque el agua teóricamente fría sale hirviendo (no me quiero imaginar a qué temperatura estará la tubería, todo el día expuesta al sol abrasador). Suerte que para compensar un poco, el agua caliente sale templada, porque se caldea con un calentador y es agua que llega del depósito de dicho calentador, no de las tuberías radioactivas de fuera, y teniendo el calentador apagado, sale un poco más fresca. Nuestro consumo de agua potable es ingente: hay noches en las que he llegado a beber un litro de agua, o tres durante el día. Compramos el agua en cajas de nueve botellas de dos litros cada una, que siempre se quedan cortas (los 18 litros suelen durar menos de una semana), por lo que nos disponemos a alquilar un expendedor de agua en el que se injertan bidones de 20 litros, que además serán tremendamente práctico cuando vengan visitas. Así también contribuimos a la protección medioambiental (concepto desconocido en la India) evitando el consumo masivo de botellas de plástico. Por cierto, visitantes: venid sin miedo a la canícula; en agosto la cosa será mucho más llevadera.

Ya la última. No sé si como consecuencia de las asfixiantes temperaturas (sospecho que alguna relación puede haber), pero definitivamente un fenómeno biológico ha tenido lugar en nosotros: nos ha cambiado el olor corporal. Ahora olemos como los indios. O mejor dicho, olemos a indios. Ese olor que tanto me impresionó al llegar, está ahora incrustado en mi piel como un tatuaje no destinado a ser percibido por el ojo, sino a ser rastreado por la nariz. Después de la ducha apenas dura cinco minutos el alivio. Enseguida vuelve a estar ahí. Huelo a humo, a jazmín, a vaca, a incienso, a especies, a contaminación, a mango. Huelo como el Mahatma Ghandi. Por lo menos.

2 Comments:

  • Hola Guapos!!! Que envidia que nos dais, eh? Bueno, en Barcelona tampoco estamos tan mal...

    Un beso, y por favor, Carlos, sigue escribiendo

    By Anonymous Anónimo, at 4 de junio de 2004, 19:46  

  • Ala, ala, que me voy "paya", espero que despues de los examenes de septiembre no haga tanto calor, xq si no os vais d vacaciones (teneis vacaiciones, cuando y donde???) yo voy a vivir the delhi experience.
    Gonzalo

    By Anonymous Anónimo, at 5 de junio de 2004, 16:16  

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